Período Abril-Julio 2024
Vol. 1 No. 1, pp 22-38
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ISSN-L: XXXX-869X DOI:XXXXX
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la motivación intrínseca (Piedimonte & Depaula, 2018). Mientras que los bomberos voluntarios
tuvieron mayor puntuación en el valor de reconocimiento social (necesidad de relacionarse), el
cual también puede ser considerado una motivación extrínseca, pero con un valor intrínseco
asociado. Esto último también fue relacionado con la variable desmotivación, poniendo en
evidencia que el reconocimiento de la comunidad tendería a disminuirla (Céspedes, 2020).
A pesar que un bombero siempre es respetado, reconocido, querido por las labores que realiza
y que ellos juegan un papel importante en la sociedad, se ven expuestos a padecer de este síndrome
de Bournot, ya que lamentablemente en muchas de las ocasiones las condiciones de trabajo no son
las adecuadas, lo que provoca ansiedad y estrés (Hernández, 2017, p. 39).
La profesión de bombero exige una preparación técnica donde se preparan para todas aquellas
situaciones estresantes, en este caso también se habla de la importancia de la vocación que deben
tener, por lo tanto, sabemos que los bomberos diariamente están en emergencias ya sean incendios,
rescates a personas que se encuentran en peligro, atención prehospitalaria, traslado de pacientes
en ambulancias, atentados y desastres naturales, sabemos también que la exigencia a la que se
deben y el contacto constante con todos los problemas terminan con alteraciones psicológicas
como: la depresión la ansiedad, el estrés agudo y las consecuencias en su entorno no solo laboral
sino el entorno de vida (Telenchana, 2020, p. 7).
Generalmente no se presentan síntomas de riesgo de agotamiento profesional en el actuar de
los bomberos. En relación al planteamiento anterior se puede destacar que estos profesionales
muchas veces no poseen las condiciones idóneas desde el punto de vista salarial, de equipamiento,
médico y de logística para responder a las difíciles e innumerables emergencias en su trabajo, es
importante que las autoridades gubernamentales, el estado y las autoridades en general tomen
conciencia de esta problemática y se facilite el acompañamiento emocional, psicológico a estos
profesionales (Flego, 2015, p. 45).
En la actualidad nuestra vida cotidiana transcurre en el tiempo que dedicamos a nuestra
familia, a los intereses personales, a nuestros espacios de esparcimiento y, en buena medida, a
nuestra vida profesional, que, de todo este conjunto de desarrollo social, juega un papel decisivo
en la generación de crecimiento emocional, profesional o, a su vez, la aparición de lo que
actualmente llamamos el estrés laboral, que está inmerso en todo tipo de trabajo y de organización
(Pico, 2015, p. 1).