En el escenario de baja productividad y un ambiente laboral positivo, esta situación surge
cuando se están alcanzando los objetivos individuales y grupales, pero esto no se traduce en un
aumento de la productividad. A pesar de un clima favorable, se necesita un liderazgo eficaz para
convertir ese potencial en una eficiencia más elevada (Piligua & Arteaga, 2019).
En la cuestión de que se presente una elevada productividad y un ambiente laboral desfavorable,
una empresa puede lograr una alta productividad a través de una planificación sólida y la
competencia de su equipo, sin prestar atención al aumento de la motivación del personal. En otros
casos, la motivación puede derivar de políticas de gestión basadas en el temor, empleando
sanciones, penalizaciones o despidos como mecanismos. Este enfoque genera productividad
debido a la presión constante de la dirección, pero no fomenta la implicación activa de los
empleados con la empresa. En esta circunstancia, la productividad se construye sobre los
empleados en lugar de con su colaboración, lo que hace que sea difícil de mantener a largo plazo.
(Piligua & Arteaga, 2019).
Por su parte, en alto nivel de productividad en conjunto con un ambiente laboral favorable, se
puede decir que este escenario es el más anhelado y refleja que tanto los objetivos de los equipos
de trabajo como los de la empresa en su conjunto están siendo cumplidos de manera exitosa. Existe
una conexión exitosa entre ambos. El buen clima laboral se eleva y esto, a su vez, impulsa la
eficiencia de los empleados, logrando una productividad notable. Esta alta productividad, a su vez,
refuerza el ambiente laboral positivo, creando una sinergia que se nutre y potencia de forma
continua y cíclica (Piligua & Arteaga, 2019).
Un entorno laboral positivo conlleva empleados más contentos y comprometidos. Cuando los
trabajadores experimentan un ambiente donde se les valora, respeta y se les motiva, están más
inclinados a poner esfuerzo y dedicación en sus labores. Esto, a su vez, resulta en una
productividad más alta, ya que los empleados comprometidos están dispuestos a brindar su
máximo rendimiento y contribuir al logro de los objetivos de la empresa.
Además, un ambiente laboral favorable también puede reducir el ausentismo y la rotación de
personal. Los empleados que se sienten cómodos y felices en su lugar de trabajo son menos
propensos a faltar y abandonar la empresa. Esto no solo mejora la continuidad en la producción,